31.07.2014.
La Federación de Servicios a la Ciudadanía (FSC) de CCOO se suma a decenas de organizaciones sociales, sindicales y de la sociedad civil que manifiestan su rechazo al acuerdo transatlántico que se negocia, casi en secreto, entre EEUU y la Unión Europea.
Aunque el mandato real de los negociadores, que manifestaron su voluntad de culminar su trabajo a finales de 2014, ha sido siempre oscuro, los objetivos principales no dejan de estar claros:
- Eliminar o reducir al máximo los aranceles comerciales.
- Reducir o eliminar las llamadas barreras no arancelarias (requisitos técnicos o normas legales que dificulten el comercio).
- Proporcionar a las partes firmantes y a las empresas la capacidad de litigar contra las leyes y regulaciones de los Estados que se consideren contrarias a los preceptos de la ACTI (TTIP en su siglas en inglés).
- Preservar la propiedad intelectual.
La posición de las internacionales sindicales (CSI, Global Unions y CES) sobre los tratados de libre comercio e inversiones, que comparte CCOO, se basa en que éstos deben respetar:
- La ratificación y cumplimiento de los principios y derechos fundamentales del trabajo y los convenios principales de la OIT.
- Las leyes y normas nacionales y regionales (UE) que protegen los derechos de los trabajadores, trabajadoras, en particular las que se refieren a la salud y la seguridad en el trabajo,
- Las normas nacionales y regionales que promueven la seguridad energética y las energías limpias y renovables y la protección del medio ambiente,
- La exclusión de los servicios públicos y de bienes comunes -como el agua- de sus disposiciones,
- El establecimiento de procedimientos rigurosos contra el fraude fiscal en todas sus variantes.
- El establecimiento de órganos de seguimiento y control de estas disposiciones y de los demás aspectos de los tratados en los que participen los interlocutores sociales y otras organizaciones representativas de la sociedad civil.